Veinticuatro de diciembre zum,
zum, zum.
Esta mañana, antes de que saliera el sol y acabara con la madrugada,
se me ha colado en la habitación un rayo de luz que me ha adelantado la
felicidad propia de la navidad.
Se me ha ocurrido, lo que nunca suelo hacer,
encender el ordenador sin saber para qué. De pronto, una inspiración: entrar en
la página de la parroquia San Pio V.
Me he sentido como si estuviera dentro, ahí con todos vosotros.
Hace algún
tiempo prometí a Jesús, tan buen amigo, que os visitaría en estos días. No ha
podido ser porque se me han torcido las cosas. Pero viendo el Belén he vuelto a
sentir las sensaciones de aquellos días. Cuánto ajetreo, cuánto trabajo y
cuánto entusiasmo. ¡Qué ricas las tortillas! ¿Cómo salieron las migas?
El Belén
viviente del grupo “La
Esperanza ”, único en el mundo. Quienes hicieron de Reyes
Magos, más parecían reinas de las de verdad.
Los kristmas, de primera
categoría. Nada de árboles de plástico barato, el “misterio de Dios” visto por ellos, los peques.
Me gustaría
saludaros a todos y abrazaros. Saludo con añoranza entrañable a los Consejos
Parroquiales; a las catequistas; a las monitoras del aula “arco-iris” y a toda
el aula; y las del grupo de mayores y a cada una de ellas; a los grupos de
liturgia - ¿continúan las dos jóvenes que pasaron a la universidad? -. ¿Qué me
decís del grupito de adolescentes y su preparación para la confirmación? Un
abrazo para su catequista, ¡agur!.
¡Caritas! Gracias por vuestro trabajo a
favor de los predilectos del Señor. ¿Y los niños que vengan a su misa de niños?
¿Se han olvidado del móvil de Dios? Me imagino que los de catequesis tan
revueltos y revoltosos.
¿De quién me olvido? ¿De los curas? No. A vosotros,
hermanos en el sacerdocio, un “apretón”.
¡Feliz
navidad! ¡Qué rato más navideño acabo de pasar con vosotros en vuestro portal!
Creo que se dice así. ¡Que es magnífico y que sé quien lo cuida!
No me he
olvidado de los artistas del Belén. Me entran ganas de decir algunos nombres, pero
es que si me olvido de alguno se me enfada, así que diciendo: “san pío, os recuerdo, quiero y admiro”, me
conformo. Un abrazote.
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