viernes, 19 de junio de 2009

DIA DE LA CARIDAD

En la solemnidad del Corpus Christi, celebramos el misterio del Cuerpo de Cristo entregado y de su Sangre derramada para la vida del mundo.
En esta festividad la Iglesia en España celebra el Día de la Caridad. Hay una relación esencial entre Eucaristía y caridad. La celebración de la Eucaristía tiene implicaciones sociales. «Cada celebración eucarística actualiza sacramentalmente el don de la propia vida que Jesús ha hecho en la Cruz por nosotros y por el mundo entero. Al mismo tiempo, en la Eucaristía Jesús nos hace testigos de la compasión de Dios por cada hermano y hermana. Nace así, en torno al Misterio eucarístico, el servicio de la caridad para con el prójimo» (Benedicto XVI, Exhortación Apostólica Sacramentum caritatis 88) y damos testimonio de la caridad con los más necesitados, como misión esencial de la Iglesia: «El amor al prójimo enraizado en el amor a Dios es ante todo una tarea para cada fiel, pero lo es también para toda la comunidad eclesial, y esto en todas sus dimensiones: desde la comunidad local a la Iglesia particular, hasta abarcar a la Iglesia universal en su totalidad» ( Benedicto XVI, Encíclica Deus caritas est 20).
Los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social hemos escrito un Mensaje para la festividad del Corpus Christi, teniendo en cuenta la crisis económica. Desde que ésta estalló, un número creciente de hombres y mujeres afectados por la situación está llamando a las puertas de nuestra Cáritas diocesana, parroquias, congregaciones religiosas y otras instituciones eclesiales. En ellos escuchamos el clamor de las víctimas de la crisis y podemos descubrir los nuevos rostros de pobreza. Ello nos hace experimentar como propios los sentimientos de nuestro Dios cuando dice ante el pueblo que sufre: «He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos» (Ex 3, 7).
Percibimos también otra pobreza, en este caso espiritual, que subyace entre la crisis material de la economía y del desempleo. Es la pobreza de valores humanos y cristianos que se manifiesta y extiende en diversos ámbitos.
Si la hondura de la crisis está poniendo de manifiesto muchas miserias personales, sociales y éticas, también es necesario reconocer que está siendo una oportunidad para promover otro modelo social y económico más humano y justo, y para despertar ejemplares respuestas de caridad y solidaridad. Es admirable la generosidad que se está dando entre amigos y en las familias para afrontar los efectos de la crisis.
Estamos en un momento privilegiado para promover la comunión y la participación de todos, como nos propone Cáritas en este Día de la Caridad en su Campaña: «Una sociedad con valores es una sociedad con futuro».

En todas las diócesis del mundo se acostumbra celebrar anualmente una jornada dedicada a la promoción de las obras caritativas como la expresión propia de la fe cristiana.
El “Día de la Caridad” es una buena oportunidad para comenzar.
“Cáritas” quiere decir caridad organizada y participativa junto, con y para los pobres.
El primer paso consiste en reconocer plenamente la dignidad de las personas a las que deseamos ayudar, respetándolos, acompañándolos, para predicar con nuestro ejemplo y así ayudarlos a que ellos mismos tomen sus vidas con responsabilidad y juntos avancemos en la construcción de una sociedad más justa y fraterna.
Por desgracia, hoy en día se ha devaluado la palabra “caridad”, se ha vaciado de su rico contenido cristiano al considerarla como un acto casi denigrante, sobre todo cuando se le identifica con una falsa limosna que humilla al que la recibe.

Algunas aspectos de reflexión para comprender la Caridad son:
• “Dios es Caridad” (1Jn 4,8).
• “Dios ha mostrado el amor que nos tiene enviando al mundo a su Hijo único, para que vivamos gracias a Él” (1Jn 4,9).
• “Y se puso a lavarles los pies a los discípulos” (Jn 13, 5).
• “Tomen, coman éste es mi cuerpo” (Mt 26,26).
• “Tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber...” (Mt 25, 35).

Si eres cristiano tienes que mostrarlo en tu capacidad de dar, de darte con amor y alegría a ti mismo, tal y como Cristo, Nuestro Señor se entregó en la cruz por amor a nosotros.
POR CARIDAD, SE SOLIDARIO.

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