EXIGIR
QUE SE ACABE CON LA POBREZA ES NUESTRA RESPONSABILIDAD
Un año más nos rebelamos contra la pobreza. Una pobreza que ataca
directamente los derechos humanos de millones de personas en todo el mundo
Mientras los países de rentas altas y las élites sociales tienen cada
vez más, 1.300 millones de personas viven en pobreza extrema en todo el mundo y
casi 1.000 millones pasan hambre y no tienen acceso al agua potable y a otros
servicios básicos como la salud y la educación.
Al mismo tiempo, España se empobrece, como consecuencia de un modelo de
desarrollo económico fallido y de políticas que priorizan los recortes,
generando casi un millón de nuevos pobres cada año y el deterioro de los
derechos y los servicios sociales. Ya son más de 12 millones y medio de
personas quienes viven en pobreza y en riesgo de exclusión en España, casi el
27% de la población.
Perdemos derechos básicos en empleo, educación, igualdad, sanidad,
cultura, consumo… No porque no haya suficientes recursos, sino por la profunda
injusticia de un sistema que no promueve un reparto justo ni equitativo. Estas
cifras son escandalosas; es nuestra responsabilidad exigir que se acaben.
Este panorama es la consecuencia de un sistema injusto y de decisiones
políticas que privilegian el crecimiento económico y el lucro por encima de la
justicia y la solidaridad; que se inclinan ante el poder de los mercados, en
lugar de promover un desarrollo equitativo, justo y sostenible para toda la
humanidad; que priorizan el déficit económico sobre el déficit social, que
consideran los derechos sociales como un privilegio para épocas de bonanza
económica y no como un deber que los Estados deben garantizar.
Los mercados NO pueden dirigir el mundo ni las vidas de millones de
personas. El centro de las políticas públicas deben ser las personas y no el
lucro sin límites.
LOS
RECORTES GENERAN POBREZA Y DESIGUALDAD
La política pública de cooperación internacional ha sufrido un
desmantelamiento progresivo hasta quedar reducida a poco más que las cantidades
obligatorias que tenemos como Estado Miembro. La Ayuda Oficial al Desarrollo
para 2013 será del 0,20% de la Renta Nacional Bruta Española, lo que nos lleva
a niveles de finales de los 90. La Agencia Española de Cooperación
Internacional ve recortado su presupuesto en más de un 70%, quedando únicamente
recursos para poco más que mantener su propia estructura. El gobierno parece decidido
a poner fin a un sistema de cooperación exigido por la comunidad internacional
desde 1970 para garantizar el derecho de todas las personas del mundo a vivir
una vida digna.
En España los recortes sociales están significando la disminución de
ayudas en servicios sociales a 3,3 millones de personas, la pérdida de calidad
de la educación y de la sanidad, empleo precario, más desempleo, pérdida de
poder adquisitivo, exclusión social, y más retrocesos en el disfrute de
derechos humanos. La disminución de recursos destinados a inversión social tendrá consecuencias gravísimas
en las personas más vulnerables y, en particular en las mujeres.
Las medidas de ajuste que se están tomando generan niveles de
desigualdad intolerables que condicionarán el futuro de las próximas
generaciones, limitarán su capacidad de ejercer sus derechos, su bienestar…
América Latina y África vivieron lo mismo en décadas pasadas y el resultado ha
sido nefasto para millones de personas que han sido arrojadas a la pobreza. ¿Por qué insistir en políticas
que sabemos que van a tener tal coste humano?
EXIGIMOS
UN CAMBIO DE MODELO PORQUE EL ACTUAL HA DEMOSTRADO QUE NO FUNCIONA
Es injusto que estén precarizados servicios básicos como la cobertura
sanitaria, la ayuda a la dependencia, la educación en el medio rural, la
alimentación infantil en comedores escolares, las ayudas al desempleo, que se penalice
a personas enfermas y se les señale como causantes del déficit en el sistema
sanitario.
Es injusto que las medidas de ajuste afecten directamente a la
población infantil que recibirá una alimentación desequilibrada e insuficiente.
También lo es que se retroceda hacia un modelo en el que las mujeres se verán
relegadas a un segundo plano y no podrán ejercer libremente sus derechos
humanos.
La crisis no puede ser la excusa para retroceder en derechos, para eliminar
las políticas públicas redistributivas y garantes del bienestar social, entre
las que se incluye la cooperación al desarrollo y la inversión social. SÍ, HAY
OPCIONES porque hay otras maneras de construir el mundo que queremos, y SÍ, HAY
DINERO para hacer OTRAS POLÍTICAS. Los servicios públicos se financian mediante los
impuestos, y es posible obtener recursos públicos que garanticen su
mantenimiento.
Para luchar efectivamente contra la pobreza, necesitamos crear un
mundo justo y sostenible, en el que todos los seres humanos puedan disfrutar
sus derechos, y disfrutar de una vida libre de violencia y de pobreza. Para salir
de la crisis necesitamos construir una sociedad más justa y solidaria, que se
fundamente en el respeto de los derechos humanos, en la lucha contra la desigualdad, en la
búsqueda de propuestas inclusivas y sostenibles para todos.
Tenemos los recursos y capacidades para poder acabar con la pobreza y
las desigualdades, pero necesitamos el compromiso y la responsabilidad de los
Estados y de la ciudadanía.
Acabemos con el fraude fiscal, con la evasión y la elusión de
impuestos, con los paraísos fiscales. Hagamos que las transacciones financieras
internacionales paguen impuestos y entonces podremos controlar el déficit sin acabar
con los derechos de las personas.
Las cifras hablan por sí solas: por cada
dólar que África recibe como cooperación al desarrollo, salen tres dólares como
flujo ilegal de capital. Y sólo en España, el fraude fiscal anual asciende a 90.000
millones de euros.
HAY
ALTERNATIVAS:
1.
Exigimos que las políticas
públicas protejan, promuevan y garanticen todos los derechos civiles, políticos,
laborales, económicos, sociales, culturales y medio ambientales. Los derechos
humanos no son un lujo únicamente viable en tiempos de prosperidad, deben
ponerse por encima de los intereses económicos y comerciales. Garantizarlos, es
el fin último de la política y de la economía.
2. Exigimos que la lucha contra la pobreza sea una
política de Estado que alcance todos los niveles del gobierno (central,
autonómico y local), independientemente del grupo político que esté en el poder.
3. Exigimos el cumplimiento del 0,7% de la RNB para
Ayuda Oficial al Desarrollo en 2015 y que se destine un 30% del PIB a inversión
social (sanidad, educación, dependencia, protección social), igualando la media
a niveles europeos.
4. Exigimos que los recursos públicos para resolver
la crisis se obtengan con un sistema fiscal progresivo (que grave más a quien
más tiene y que garantice políticas redistributivas).
5. Exigimos que se regule los mercados financieros
que han causado la crisis que nos afecta tanto en España como en el resto del
mundo y que se cancele la deuda externa.
6. Exigimos la creación de un impuesto a las
transacciones financieras internacionales - como el ya aplicado en otros países
-, la eliminación de los paraísos fiscales y la persecución de la evasión y la elusión
fiscal, para obtener fondos suficientes para mantener las políticas sociales,
de desarrollo y Medioambientales y para regular a los mercados y controlar a
las instituciones financieras, que han debilitado las economías de todos los países y han causado la crisis
actual.
7. Reclamamos, un sistema en el que se garantice el
derecho de todas las personas, DE TODO EL MUNDO, a tener un nivel de bienestar
mínimo, de acuerdo con la dignidad humana. Un sistema que promueva la igualdad,
la solidaridad, la sostenibilidad ecológica, los derechos sociales y económicos
y el desarrollo pleno de todas las personas que habitan el planeta.
Podemos hacer mucho. Podemos hacerlo mucho mejor. Y podemos hacerlo en
unidad si ponemos algo de nuestra parte, sobre todo quienes más tienen. Pero
tenemos que empezar a hacerlo YA.